miércoles, 29 de diciembre de 2010

El más despierto de todos


Hace poco conocí algunos seguidores de las enseñanzas de Antonio Blay quienes me contaron la siguiente anecdota:

Según me contaron, Blay estaba en un Bar en San Sebastián donde solía comer chocolate con churros y un día, pasando por allí, se lo encontraron desayunando.
Dicen que entraron a saludarle y, de repente, Blay les preguntó si sabían quien era el que estaba más despierto en ese momento de los que allí se encontraban y sus amigos no supieron responderle. Blay les señalo un niño gitano diciéndoles que aquella persona era la más despierta del local. Cuando miraron vieron como el gitanillo robaba la cartera a uno de los clientes que desayunaba tranquilamente en la barra del bar.

Luis Granados

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La visión es demasiado simple


Pregunta: La primera vez que le conocí, encontré la visión demasiado simple. Yo estaba meditando en aquella época, y pensé que tenía que romperme el culo haciendo eso. No aprecié cuán simple tiene que ser la visión. Después con los años, caí en la cuenta cada vez más de que es muy simple. La simplicidad finalmente superó todos los pensamientos complejos – basta mirar y ver Nada–. Finalmente acepté cuán simple es realmente.

Douglas Harding: Es alentador escuchar su historia. Muy a menudo me siento ineficaz, sin saber si la gente a quien he encontrado solo una vez ha continuado valorando la experiencia simple de Ver. Por supuesto, mi asunto es hacer que la gente no necesite a Douglas. Yo le ayudo a librarse de mí en su vida. Una vez que usted está establecido en la Fuente Simple, ¿quién tiene necesidad de Douglas?

Douglas Harding

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Espacio Inconmensurable















Estas experiencias de calor y presión, de placer y dolor, estos sabores y olores y sonidos y contactos, estos movimientos de formas coloridas llamadas mis manos y pies, ese ser asombroso que me mira desde el espejo y todo lo demás, ¿qué es sino una fugaz representación que tiene lugar en el Espacio Inconmensurable que yo soy? Parecen bandadas de pájaros que vuelan a través de mi Aire sin dejar rastro, bancos de peces que nadan en mi Océano sin hacer ondas, una sucesión de actores que aparecen en mi pantalla de televisión sin dejar en ella el menor rasguño.

Douglas Harding

lunes, 15 de noviembre de 2010

Toda perspectiva es dual por naturaleza.


¿Podrías volver a explicar por qué no es válida la expresión de que el sabio es consciente de su conexión con la Consciencia?

Porque, para que las cosas se puedan conectar, antes deben estar separadas. En la Comprensión Final esa separación no existe, por lo tanto no hay posibilidad de conexión. Sólo hay Unidad. Por eso digo que no existe una perspectiva no dual, porque toda perspectiva es dual por naturaleza. Todas las experiencias de conexión, todas las experiencias de unidad, dependen de la separación.

Así que en realidad tampoco existe la Unidad, porque está construida sobre la idea de la separación.

Si.

Entonces, no nos queda gran cosa…

No nos queda nada. Cuando hablamos de la Iluminación o de la Unidad, no hacemos más que especular sobre la Nada.

Wayne Liquorman

Extraido del libro La Iluminación no es lo que crees de ediciones Trompa de Elefante

sábado, 13 de noviembre de 2010

El que gritaras a tu hijo fue parte del funcionamiento de la misma Totalidad


Cuando conocí a mi guru, Ramesh Balsekar, él decía que la Consciencia lo es todo. Decía que somos parte de Eso; por lo tanto, todo lo que hacemos se debe al desarrollo de la Consciencia –Todo-. Eso tenía mucho sentido para mí. Podía entender el funcionamiento de todo ello, y explicaba todo lo que necesitaba que se me explicase. Fue muy satisfactorio. Todo lo que todo el mundo hace es siempre el funcionamiento de la Consciencia. Ningún problema.
Dejé la charla y me fui a casa. Mi hijo de cinco años estaba haciendo algo que le había dicho quince veces que no hiciese. ¡Y ahí estaba haciéndolo de nuevo! Le empecé a gritar: “¿Qué diablos te pasa? ¡Te he dicho quince veces que no hagas eso! ¡Joder!, ¿es que no me escuchas? ¡Vete a tu cuarto!”. Así que se fue a su cuarto, tambaleándose con el caminar propio de un niño pequeño. Me conocía lo bastante bien como para no sentirse desconcertado por mis diatribas. Pero yo me quedé con un malestar terrible pensando: “Espera un momento. Acabo de pasarme todo este tiempo con un Maestro que me ha descubierto los secretos sobre la existencia. Lo veo, lo creo, y sé que es verdad. Desde el fondo de mis entrañas sé que lo que mi hijo estaba desempeñando, justo delante de mí, era la acción de la Fuente, y mi respuesta fue la de castigarle y reforzar en él la creencia de que era él el que lo estaba haciendo, que él era el responsable de ello”. Estaba totalmente asqueado conmigo mismo.
Al día siguiente volví a la charla –Ramesh hablaba todos los días en una casa en Hollywood Hills- y le confesé mi desliz en el Advaita: “Ramesh, me siento fatal. Me fui a casa y me olvidé por completo de tus enseñanzas. En el momento en que mi hijo hizo algo que me disgustó todo se esfumó. Le grité olvidándome por completo de que su acción era sencillamente parte del funcionamiento de la Totalidad, no de su acción egóica”.
Y Ramesh me miró con una increíble expresión de compasión (me gusta pensar que era compasión y no pena) y me dijo: “Wayne, el que gritaras a tu hijo fue parte del funcionamiento de la misma Totalidad. Tu reacción forma parte de la misma matriz existencial, ¿entiendes? Te omites a ti mismo”. E, inevitablemente, es lo que hacemos; eso es la hipnosis divina. Incluso cuando aceptamos todo el paquete, incluso cuando decimos: “Sí, lo veo. Lo creo. Es verdad. Eso es”, al momento siguiente, cuando el ego reclama ser el autor, nos consideramos los responsables y reaccionamos con culpabilidad u orgullo.

Wayne Liquorman

domingo, 7 de noviembre de 2010

Absoluta ausencia de yo: vastedad


De la experiencia de absoluta ausencia de “yo”, mi estado de consciencia haría una abrupta transición ahora a la estación siguiente: la experiencia de que, no sólo no existe un “yo” personal, sino que tampoco existe “lo otro”. Es decir, estaba a punto de producirse un viraje que me introduciría de modo permanente en la percepción pura de la unidad, donde se revelaba que la vacuidad que dominaba mi consciencia era la sustancia misma de toda la creación. Una vez que el secreto de la vacuidad se desveló de esta manera, empecé a referirme a ella como “vastedad”.

Suzanne Segal

Lo irreal


Lo único que la mente puede hacer
es descubrir lo irreal como irreal.
El problema es solo mental.
Abandona las falsas ideas. Eso es todo.
No hay necesidad de ideas venideras.
No hay ninguna que lo sea.

Nisargadatta Maharaj

domingo, 31 de octubre de 2010

Tú sé como eres


¿Qué esfuerzo es necesario para alcanzar al Ser?


El “yo” debería ser destruido. No es posible alcanzar el Ser. ¿hay algún momento en que el Ser no esté? No es nuevo. Tú sé como eres. Lo que es nuevo no puede ser permanente. Lo que es real tiene que existir siempre.


Sri Ramana Maharshi

martes, 26 de octubre de 2010

La fuerte energía de la comunicación que emana de la Claridad


¿Leer libros sobre el no-dualismo o asistir a charlas de maestros no-dualistas puede servirnos para acabar con la búsqueda?

No pasa nada por leer libros o asistir a conferencias, pero puede que sutilmente sigas creyendo que esas charlas pueden aportarte algo, que van a aportarte un poco más de claridad o que te ayudarán a aflojar un poco más el sentido del yo, o que te harán ser más consciente o algo así. En ese caso, sigue existiendo un objetivo sutil, una búsqueda sutil. Sin embargo, eso es perfectamente válido. La mente quiere que la dejen pensar lo que ella quiere. ¡Pero, por suerte, este mensaje no tiene nada que ver con la mente sino con la energía que está detrás de todo esto! Se puede notar una energía muy fuerte en esos grupos y en esas reuniones en las que la comunicación emana de la Claridad.

Jeff Foster

domingo, 26 de septiembre de 2010

La divina paradoja


Yo no estoy aquí.

Cuando me miras, lo único que ves es un montón de carne y huesos, un montón de carne y huesos que tiene aspecto de comportarse de forma predecible y que emite sonidos y olores también predecibles. Y al ver esta conducta, cuentas la historia de Jeff Foster. Ésa es la figura que tú has creado de mí. Ése soy yo según tú.

Pero ¿existe en quien ahora os habla un “yo” verdadero al que tú te estas dirigiendo? ¿Existe realmente ese “Jeff” que tú consigues reconocer y a quien asignas un nombre?

Jeff Foster

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mire a ese amplio cielo y a esas nubes y árboles


Mire a ese amplio cielo y a esas nubes y árboles, y después mire a esos pies y brazos y tronco —y diga si usted está excluido de esa vastedad ahí y encerrado dentro de esta pequeñez aquí. En alguna parte el Canon Pali habla de dos tipos de gentes: aquellos que «viven en una pequeña solidez», y aquellos que «viven en la inmensidad». ¿De qué tipo es usted, en su propia experiencia inmediata en este momento? ¿No es el primer tipo no solo imaginario sino inimaginable, ni siquiera válido como material de cuento de hadas o de ciencia ficción? ¿Del mismo tipo que esos cuernos de conejo y cabellos de tortuga de los que las escrituras budistas no paran de hablar? ¿No es, hablando llanamente, banalidad o insensatez?

Douglas Harding

domingo, 12 de septiembre de 2010

Lo único que existe, en cada momento, es “estar despierto”


Nathan, para los neófitos, ¿podrías hacer algo así como un resumen de las cuestiones básicas como: quién soy yo, qué es la consciencia, en qué consiste todo este montaje…?

Los conceptos se utilizan hacia lo que, sencillamente, existe. Sólo existe la Conciencia –o Unidad- de la que se puede decir que consta de dos aspectos: la consciencia y el contenido de la consciencia. Todas las imágenes que aparecen como el contenido, en el momento presente, son constatadas por la consciencia. Esas imágenes incluyen formas visuales, pensamientos, sensaciones, emociones, etc. Entre las imágenes mentales, la primordial es el pensamiento del “yo”, que brota de la imagen del cuerpo.
Cuando el aspecto de la consciencia de nuestra verdadera naturaleza pasa desapercibido y uno se identifica de forma exclusiva con el contenido, se asume el “yo” –“Yo soy el personaje”- y los demás pensamientos que aparecen se convierten en “mis” pensamientos, “mi” vida, “mi” historia. Ese juego de identificarse con el personaje alcanza su punto álgido con el embelesamiento.
Como parte de esta película, se puede producir el reconocimiento del aspecto de la consciencia, es decir, el aspecto de nuestra verdadera naturaleza que tiene como función constatar. Entonces, el proceso de embelesamiento queda desenmascarado y se ve que el “yo” y todos los demás pensamientos forman, simplemente, parte del decorado, pero no revisten más importancia que cualquier otra imagen.
Cuando prevalece la identificación con el “yo”, existe una sensación de separación al tiempo que una intuición o un “saber” innato de que nuestra verdadera naturaleza es la Unidad. Esta disparidad se manifiesta en una tensión o agitación que le conduce a uno a desear librarse del “yo”, escapar del “yo”: pero no hay escapatoria. El “yo” no es más que una imagen, aunque se puede tener la impresión de que escuchar un mensaje como éste o de que aparezca en el guión de la película algún tipo de indagación, de investigación sobre el “yo”, sirve para desenmascararlo. Sin embargo, lo único que existe realmente, en cada momento, es “estar despierto”, tanto si se está embelesado con el “yo” como si se ve que no es más que una imagen

Nathan Gill

lunes, 23 de agosto de 2010

Dvd: La Luz Eterna


LA LUZ ETERNA.

Sri Ramanáshraman


LA Luz Eterna es un documental de 58 minutos que recoge la vida de Sri Ramana Maharshi desde su nacimiento en 1879 hasta su muerte en abril de 1950. Además de fotografías excepcionales de Bhagaván y de los primeros años del ásrham, este DVD incluye antiguas filmaciones restauradas.

Creado en 2003, este es el primer video que el Sri Ramanáshraman de Tiruvannámalai (India) produce integramente. Este DVD no decepcionara ni a los devotos ni a quienes se adentren por primera vez, en el mundo de Sri Ramana Maharshi ya que, a pesar de su sencillez, relata la conmovedora historia de uno de los sabios mas importantes que la humanidad ha tenido el placer de conocer.


DVD

48 páginas
PVP: 15 €
Edición 2010

Ediciones Trompa de Elefante

viernes, 30 de julio de 2010

La consciencia es el espejo


Ser conscientes de que nosotros somos es como mirarse en un espejo…˜ La consciencia es el espejo…˜ O bien se nos enseña a ver el mundo en él…˜ y a nosotros mismos como un objeto dentro de ese mundo…˜ dentro de ese espejo…˜ O bien se nos enseña a vernos a nosotros mismos como el que está viendo toda esa imagen reflejada…˜ En el primer caso…˜ nosotros creemos falsamente ser nacidos y mortales…˜ un cuerpo contenido en ese mundo…˜ En el segundo caso…˜ nosotros verificamos que nosotros sólo estamos viendo el mundo y una semejanza corporal de nosotros mismos contenida en él…˜ Pero nosotros nos verificamos a nosotros mismos como absolutamente fuera del mundo…˜ La primera es una operación generativa de sufrimiento…˜ La segunda es una operación reflexiva que nos dice toda la Verdad de nosotros mismos…˜

Pedro Rodea

domingo, 18 de julio de 2010

La broma cósmica


Interlocutor: Entonces, estabas sumido en la frustración y, de ahí, pasaste a ver con claridad.

Jeff Foster: ¡Sí, pero lo que se vio era que lo único que llevaba existiendo desde siempre era ese ver con claridad! Ver con claridad es lo único que sucede. Esto está brotando ahora mismo en ese ver con claridad, pero puede quedar oculto, en apariencia, por el juego de la búsqueda. Cuando se desvanece el juego de la búsqueda, se revela ese ver con claridad, que es omnipresente. Podríamos decir que es una especie de broma cósmica. La Unidad está totalmente presente ahora mismo pero no podremos verla si estamos buscando. Aun así, ese juego de la búsqueda representa su papel hasta que se acaba, y la idea de que uno puede elegir entre diversas alternativas constituye el único sufrimiento que hay en todo esto.

Jeff Foster

martes, 29 de junio de 2010

Conciencia-en-descanso,Conciencia-en-acción, Yo Soy


Todo lo que hay es la Conciencia. En ese estado original—llámalo Realidad, llámalo Absoluto, llámalo la Nada— no existe razón para estar consciente de nada. Así que la Conciencia-en-descanso no está consciente de Sí misma. Sólo se torna consciente de Sí misma cuando surge ese sentimiento espontáneo de Yo Soy. Yo Soy es el sentido impersonal de estar consciente. Y es en ese momento que la Conciencia-en- descanso se vuelve Conciencia-en-acción, cuando la Energía Potencial se convierte en energía propiamente dicha. No se trata de dos. Nada separado sale de la Energía Potencial.
La Conciencia-en-movimiento no está separada de la Conciencia-en descanso. La Conciencia-en-descanso se vuelve Conciencia-en-movimiento, y ese momento es el que la ciencia denomina el Big Bang, que el místico denomina el «surgimiento» repentino de la conciencia... Cuando hablas de la Realidad, has convertido la Realidad en un concepto. Realidad, como palabra, es un concepto. Realidad, como Realidad, no es algo acerca de lo cual puedas pensar. Cuando tú eres la Realidad, no puedes hablar acerca de la Realidad. Así que en el momento en que hablas o piensas acerca de algo, está dentro de lo fenoménico y, por lo tanto, es conceptual.

Ramesh Balsekar

domingo, 20 de junio de 2010

Frente a la muerte


Visitante: Mi único hijo murió hace unos días en un accidente automovilístico, y me resulta casi imposible aceptar su muerte con entereza filosófica. Sé que no soy la primera persona que sufre una pérdida semejante. También sé que todos tenemos que morir algún día. He buscado alivio en mi mente recurriendo a todas las tácticas usuales mediante las cuales nos consolamos y confortamos unos a otros en conflictos como éste. Y sin embargo, vuelvo al hecho trágico de que un destino cruel ha privado de todo a mi hijo en la flor de su vida. ¿Por qué? ¿Por qué?, me pregunto todo el tiempo. Maestro, no puedo superar mi dolor.

Maharaj (después de permanecer con los ojos cerrados durante un minuto o más): Es inútil y vano decir que estoy afligido, pues en ausencia de "yo" (de "mí" como individuo) no hay "otros", uno se ve a sí mismo reflejado en todos los demás. Obviamente, tú no has venido a mí buscando sólo compasión, la cual con seguridad has recibido en abundancia de tus familiares y amigos. Recuerda, uno va por la vida, año tras año, disfrutando los placeres habituales y sufriendo las penas normales, pero sin apreciar jamás la vida en su justo valor. ¿Y cuál es su justo valor? Es éste: No existe "mí" ni "tú "; no pueden existir tales entidades. Todo hombre debe entender esto y tener valor para vivir la vida con esta comprensión.
¿Tienes ese valor, amigo mío, o tendrás que sumirte en lo que llamas tu pena?

Discúlpame, Maharaj, no entiendo del todo lo que me has dicho, me encuentro sorprendido y desconcertado. Me has expuesto la esencia de mi ser, y lo que has dicho en forma tan sucinta parece ser la regla de oro para vivir. ¿Podrías, por favor, explicar con más detalle lo que acabas de decir? ¿Qué es exactamente lo que debo hacer?

¿Hacer? Nada, absolutamente nada: sólo ve lo transitorio como transitorio, lo irreal como irreal y lo falso como falso, y te darás cuenta de cuál es tu verdadera naturaleza. Has hablado de tu pena, ¿pero alguna vez has mirado de frente el "dolor" y has intentado comprender lo que es en realidad?
La perdida de alguien o algo que has amado mucho inevitablemente causará dolor. Y puesto que la muerte es aniquilación total, con irrevocabilidad absoluta, el dolor que causa es profundo.
Con todo, ni siquiera este dolor agobiante puede durar demasiado si lo analizas intelectualmente. ¿Qué es exactamente lo que te aflige? Volvamos al principio: ¿tú y tu esposa acordaron con alguien que tendrían un hijo -un cuerpo particular- y que tendría un destino determinado? Que el feto haya sobrevivido a muchos peligros en el vientre fue otra casualidad. Que ese bebé fuera un niño también fue azaroso. En otras palabras, lo que llamas tu "hijo" no fue más que un acontecimiento fortuito, un suceso sobre el cual no tuviste control en ningún momento, y ese suceso ha llegado ahora a su fin.
¿Qué es exactamente lo que lamentas? ¿Lamentas acaso las pocas experiencias placenteras y las muchas dolorosas que se ha perdido tu hijo en los años venideros? ¿O en realidad te afligen los placeres y ventajas que no podrás recibir ya más de él?
¡Ten cuidado, todo esto parte desde el punto de vista de lo falso! Pero, ¿me sigues hasta aquí?

Estoy asustado y me sigo sintiendo aturdido. Sí te sigo en lo que acabas de decir, sólo que no alcanzo a comprender qué querías decir cuando hablaste de que todo esto se encuentra en el nivel de lo falso.

¡Ah! Pasaremos ahora a lo verdadero. Entiende por favor como verdadero el hecho de que no eres un individuo, una "persona". La persona, lo que uno cree ser, es tan sólo un producto de la imaginación y el yo es víctima de esta ilusión. La "persona" en sentido estricto no existe. Es el yo, la conciencia, el que erróneamente cree que existe una persona y es conciente de ser ésta. Cambia tu punto de vista. No mires el mundo como algo externo a ti. Ve a la persona que imaginas ser como parte del mundo -un mundo soñado en realidad- al cual percibes como una apariencia en tu conciencia y mira todo el espectáculo desde fuera. Recuerda, no eres la mente, la cual no es sino el contenido de la conciencia. En tanto te identifiques con el complejo, cuerpo-mente, serás vulnerable al dolor y al sufrimiento. Más allá de la mente está sólo el ser, no el ser padre o hijo, esto o aquello.
Tú te encuentras más allá del espacio y el tiempo, sólo estás en contacto con ellos en el aquí y ahora, pero por lo demás eres atemporal, ilimitado e invulnerable a cualquier experiencia. Comprende esto y no te aflijas más. Una vez que te des cuenta de que no hay nada en este mundo que puedas o necesites llamar tuyo, mirarás éste desde fuera, como ves un juego en el estadio o una película en la pantalla, admirando y disfrutando, quizá también sufriendo, pero, en el fondo, impasible por completo.


Nisargadatta Maharaj

domingo, 13 de junio de 2010

De una entrevista a Jan Kersschot


Aún seguía pensando que yo (como Jan) estaba en un camino que me llevaba a alguna parte, creía que tenía que progresar en el sendero espiritual. Seguía esperando la ocurrencia de un evento. Hasta que conocí a Tony Parsons. Durante el primer encuentro, todas mis expectativas se evaporaron simplemente al oír estas tres palabras: “Esto es todo”. La idea de la existencia de una vía quedó desenmascarada allí mismo. Fue como un suave “empujón”. Pero no fue una revelación espectacular. No fue una experiencia mística ni nada parecido. En un momento intemporal, todo quedó absolutamente claro de una manera muy simple y natural. Todo el castillo de naipes se vino abajo, con toda simplicidad y normalidad. Todas las preguntas habían desaparecido.

Jan Kersschot

domingo, 30 de mayo de 2010

Cuando hay presencia hay conciencia







Y esta es la luz que disipa la oscuridad aparente. La luz penetra la oscuridad y disipa esas ilusiones que parecen interrumpir la unidad. La conciencia no divide ni suprime ni, por tanto, da energía a lo irreal. Simplemente ve "lo que es" y trae la luz que permite que aquello que es ilusorio se evapore.

Tony Parsons

domingo, 23 de mayo de 2010

La vida es totalmente extraordinaria


Interlocutor: No es que los demás sean normales y corrientes, es que, simplemente, la vida da la sensación de seguir siendo como siempre…

Jeff Foster: Sí, todo ha cambiado y, sin embargo, no ha cambiado nada. A primera vista, la vida sigue siendo normal y corriente, llega a sorprender de lo corriente que es. Entonces, uno se da cuenta de que todas esas concepciones que se tienen del despertar y de la iluminación no son más que ideas. ¡De hecho, el despertar es de lo más vulgar! Es justo en el núcleo de esa “vulgaridad” donde se encuentra ese alucinante espacio abierto que permite a la vida desarrollarse tal y como le corresponde.
Ahora bien, el secreto consiste en que no se trata de una vida corriente: la vida es totalmente extraordinaria, pero eso sólo se puede ver cuando se acaba la búsqueda de lo extraordinario. Toda esa paradoja entre lo corriente y lo extraordinario se resuelve cuando se ve con claridad.


Jeff Foster

lunes, 10 de mayo de 2010

Clarity, Nathan Gill 4ª parte y final



LA VIDA ESPIRITUAL

La vida espiritual no tiene una gran relevancia en la conciencia, es simplemente una parte del juego de la vida. Pero debido a lo que aparece en el juego, como la evolución individual a través del pensamiento "superior" o de las etapas mejores de la vida, se confunde con el prerrequisito de la conciencia.
El personaje normal, ocupado en las tareas cotidianas de la vida humana, a lo mejor aparece interesado en la religión o en el trabajo personal para avanzar. Podría ahí haber un movimiento hacia la búsqueda de la iluminación y puede que un interés por la no-dualidad, pero para la aparición de la conciencia, esta progresión no es necesaria. Esta podría aparecer en cualquier momento a cualquier personaje del teatro. Ninguno de los aparentes capítulos del juego de la vida tiene la capacidad de producir el conocimiento. El conocimiento Advaita no tiene una habilidad especial para crear una condición para que aparezca la conciencia más que cualquier otra parte del juego de la vida.
La vida espiritual está basada en la presunción de la individualidad, con la unión, con el todo como meta, y como tienen que llegar a conseguir esa meta de dicha unión, hay una serie de técnicas exóticas y métodos previstos por el gran juego para purificar al individuo, para tener en cuenta el "yo" para conseguir la iluminación, etc...
El gusto fundamental que se echa de menos en cada etapa de la búsqueda individual es que el individuo, siendo representado por ti mismo, que eres conciencia, es ya lo que él o ella busca. Nada puede ser el buscador o la buscadora que no sea ya.
La búsqueda y todas las técnicas y métodos empleados no son nada más que otra parte del juego, todo ello es sólo para eso.
La conciencia no requiere de unas cualidades especiales. La conciencia es la forma de una persona sentada en la postura de loto, visualizando una luz púrpura en sus genitales, respirando el universo a través del plexo solar, cantando OM y ascendiendo la espina dorsal por los miles de pétalos de loto; no tiene una más oportunidad de ramificarse que la conciencia en la forma de un drogadicto en el gueto. La conciencia ya está perfectamente presente en todas las cosas, por lo tanto, la re-unión no es ni necesaria ni posible.
La vida espiritual impone muchas condiciones en los "impuros" e "individuos separados"; meditaciones especiales, tener una buena conducta, ceremonias, dietas, una conducta sexual apropiada, la destrucción del ego, la cesación de los pensamientos, el logro de la quietud, entregarse a un gurú, etc...
La conciencia, siendo ya conciencia en cualquiera de las formas en las que aparece, no necesita una dieta vegetariana, celibato, sexo tántrico, meditación o gurús. La conciencia ya es todas estas cosas. Si hay gusto por practicar sexo tántrico, entonces está bien. Pero esto no ayuda a reconocer "eso" que tú ya eres.
La atención del personaje podría irse a sitios exóticos o reinos diferentes, ver las continuas destrucciones y creaciones del universo a nivel atómico y experimentar la estática y cósmica unión de Shiva y Shakti. Pero cuando vuelves no olvides irte a trabajar el lunes, ¡paga la cuenta de la luz y limpia el baño!
Tú, conciencia, también apareces en el juego y en el rol de profesor, maestro y guru. En algunos casos puede todavía estar produciéndose alguna experiencia trascendental, en la cuál el individuo cree ser su iluminación. Si el individuo está todavía siguiendo a algún guru o alguna lección antes de la experiencia, será que las creencias y los métodos que parecían dirigirse hacia la experiencia pasarán a los seguidores individuales como "la verdad".
Como parte del juego, algunos de estos "maestros" pueden tener la cualidad de inducir experiencias inútiles en el discípulo vía transmisión energética, muchas veces una fuerte atracción por el discípulo.
No hay nada malo en todo esto, todo esto es la perfección del juego, cógelo, diviértete, nada de esto conduce a la conciencia.

YO SOY ESTO, PERO...

Soy eso, pero... necesito tener responsabilidades, sanar mi vida, profundizar más, estar más despierto, estar aquí ahora, tener calma interior, salvar el planeta, expresar mis emociones, pensar positivamente, ser un testigo, ser dichoso, encontrar a un gurú, ser útil, encontrar sentido a la vida, calmar mis pensamientos, trabajar bien, estar alerta de mi ego, entrar en la madurez, ser más práctico, conseguir la iluminación, encontrar mi compañero del alma, organizar una ceremonia, ser iniciado, estar en contacto con mis sentimientos...
quizá lo hagas, ¿cómo podría reprochártelo? mientras que tú estás ocupado con todo eso, yo me iré, me tomaré una taza de té y leeré el periódico.

LO QUE YA ES

La perfección es ahora, la presencia no viene del pasado, y no va hacia el futuro. Todo parece ya como un juego en el despertar.
El aparentemente individuo separado puede involucrarse con su propio perfeccionamiento, vida espiritual o cualquier otra cosa durante la expansión de la vida. Pero sólo la conciencia de lo que realmente eres mina la búsqueda del despertar o de ser cualquier otra cosa menos lo que ya eres.

LO OBVIO

El juego de la vida no es una creación separada vista y presidida desde arriba por ti mismo. Tú, conciencia, apareces como el juego ya bien despierto, incapaz por lo tanto de despertar. Siempre estás seguro de lo que eres, incapaz de despertar. Siempre estás seguro de tí mismo, nunca te ocultas.
Los personajes en el juego no tienen una existencia separada, sólo una vida aparente. Estos son tú celebrándote a tí mismo, inmerso en el gran juego de la vida, reconociéndote a veces en ellos y como la aparición de tu juego.
La comunicación acerca de la conciencia no tiene una especial relevancia sobre cualquier otra parte del juego. No tiene ni mérito ni importancia. No tienes ninguna meta que lograr.
Con la conciencia todo esto se hace obvio; tu apariencia como juego en todas sus formas miríadas, el reconocimiento de la no necesidad de todo eso.
Ahora eres conciencia, apareciendo en el juego como un personaje. Puede que pienses que necesitas confirmarlo. Olvídalo, relájate. Lo eres.
Con mucho amor de tí para tí mismo.


EPILOGO

Lo que se ha visto hasta ahora no es más que una cosa; es la búsqueda. La última meta o precio parece ser lo que ya es. No hay nada ni nadie a quien buscar. Hay un despertar sin que nadie despierte. Todo en ti ha sido el blanco de tu propia broma. La magnificiencia de todas las apariciones, en cada sitio que mires y que busques ves simplemente tu propio juego o sueño de ser. No hay nada y nadie, y todavía sigue habiendo despertar allí por donde aparece cada cosa, incluyendo la aparición como un hombre o una mujer. Estás y siempre has estado completamente despierto, consciente y presente, pero simplemente fascinado por tu propio juego cósmico.
El personaje, Nathan, vio la iluminación como un escape de lo que parecían problemas, pruebas y el aburrimiento de la vida cotidiana. La vida cotidiana continúa pero no lo hará más por la distorsión de la presencia. La búsqueda de lo extraordinario ha terminado. La vida es como es.

Clarity, Nathan Gill 3ª parte


CONCIENCIA

Tú eres conciencia, eres único, todo lo que es, la raíz de toda aparición. Todas las apariciones empiezan y acaban en la conciencia, nada más ocurre de nuevo. La gente pasa, las nubes van, las conversaciones ocurren, los pensamientos aparecen y desaparecen, todo el presente se desarrolla en la conciencia.
Esta aparición del sujeto es ya la perfecta expresión de la unidad, nada tiene que cambiar para que esto sea como es. La iluminación y el despertar no son necesarios, todo está simplemente en el guión del teatro. Sólo existe la conciencia y la unidad, sin darte cuenta de la fascinación con el juego de las imágenes, has descansado en el reconocimiento de tu verdadera naturaleza.
La apariencia actual, sin embargo ordinaria o extraordinaria, es el contenido de la conciencia. El "permiso" de la vida tal como es, más que el esfuerzo por estar atento del "yo" o de iluminarse, permite la búsqueda de la naturaleza. En el juego de la vida, todos los esfuerzos por estar alerta del "yo" y de iluminarse dan paso a la búsqueda. En el juego, todos los esfuerzos de estar alerta del "yo" apenas refuerzan la identificación con él. Descansar en la vida tal como es proporciona al final una vida ordinaria corporal con algunas buenas trazas de iluminación. El pensamiento continúa apareciendo, la vida va, pero no conlleva más la complicación de la búsqueda de la unión. La vida es vista como una expresión del todo más que una búsqueda de esta.
La conciencia y el contenido son uno, conciencia. Tu eres conciencia, despierto y consciente y una aparición como un todo en el presente.

EL JUEGO DE LA VIDA

Visto en conciencia, la vida aparece como un gran juego. Tú, conciencia, interpretas todos los personajes y esa parte del juego que tú usualmente interpretas sin saber tu identidad real. Pero a veces como parte del espectáculo, se reconoce tu verdadera identidad.
Cuando el personaje participa en el juego sin reconocer su verdadera naturaleza, cuando se coge en serio el papel y todo el argumento del "teatro" rebrota, y si un papel se interpreta habiendo conciencia de la propia naturaleza del ser, el "teatro" o juego se ve como es en realidad.
Cuando la verdadera naturaleza es obvia, el personaje no desaparece en un flash de una luz ni se pone la toga ocre y coge disápolas, ni enseña verdades espirituales, aunque algo de esto es posible, dependiendo de la pauta del personaje en el teatro.
El personaje supuestamente aparece antes del reconocimiento del ser y es probable que continúe llevando lo que es una vida sencilla en el teatro. No es incluso necesario que éste le diga o comunique a alguien lo que es ya obvio.
Es tu entretenimiento cósmico. Tú eres tu teatro. No tienes una existencia separada de ti mismo.

LA VIDA TAL COMO ES

Cuando toda la historia conceptual de toda una vida extendida en un pensamiento bajo el contenido presente de conciencia no se disfruta en serio, hay una relajación natural en la identificación con el "yo", la sensación del sentido personal es una aparición de la conciencia además de una aparición del cuerpo físico.
La identificación con el "yo" o con el propio sentido del "yo" no es más que una aparición del conocimiento, en añadidura a la aparición de la imagen corporal.
El admitir que la vida es tal como es, más que cualquier esfuerzo por estar atento al pensamiento del "yo" o de volverse un iluminado, permite profundizar más en el todo con naturalidad.
En el juego, todos los esfuerzos por estar al tanto del pensamiento del "yo" refuerzan la identificación de uno con ese "yo".
Descansando en la vida tal como es uno no trae una vida ordinaria corporal a un fin con algunas tracas mágicas de fuegos artificiales de iluminación. El pensamiento continúa apareciendo, trae la vida, ya no tiene la necesidad de la búsqueda de ello.
En conciencia, cualquiera que sea tu presencia física ya es perfecta, incluyendo cualquier juego de identificación con el "yo", y también cualquier búsqueda de la conciencia del "yo". La vida como personaje es simplemente el juego de apariciones en conciencia y no necesita despertarse. Sólo hay un despertar.

Nathan Gill, Clarity

domingo, 9 de mayo de 2010

Clarity, Nathan Gill 2ª parte


LA HISTORIA

Nací en 1960 en el suroeste de Inglaterra en una familia de clase trabajadora. Como crío era apasionado y curioso, pasaba horas leyendo libros de misterio y de aventuras, hobbies los cuáles me tenían absorto en la búsqueda de artefactos antiguos y largas caminatas por el campo cada vez que tenía oportunidad.
La búsqueda comenzó a una edad temprana, cuando crecí, mi agitada vida dio lugar a dificultades para elegir una profesión y en enfocarla a un área concreta. Dejé la escuela tan pronto como pude, decidí prepararme para chef y finalmente terminé trabajando en la construcción. Disfrutaba mucho con esto, absorbía mis agitadas energías y no requería por mi parte de ninguna responsabilidad.
Me puse a trabajar, ello me liberaba para poder dedicarme al placer de lo que tenía en mente. Tuve un gran interés por los misterios del cuerpo y del universo, experimentando con varias dietas y tratamientos herbales, mirando las estrellas, comiendo setas alucinógenas y machacando el cuerpo hasta el límite en el gimnasio.
A los dos años tuve que parar. Una lesión en el hombro me obligó a dejarlo.
Mi mujer dio a luz a nuestra primera hija a los veintidós años y cambié el trabajo de la construcción por la horticultura; durante muchos años recogía fruta en los terrenos de Kent de primavera a otoño y en otras épocas del año cuidaba del jardín.
Durante mucho tiempo empecé a pensar en temas espirituales y esotéricos. Allá por 1985 me afilié a una hermandad fraternal los cuales me enviaban clases mensuales sobre la "ley universal" y el misticismo. Disfrutaba cada semana haciendo experimentos y leyendo monográficos.
A los dos años me interesé en la enseñanza de un difunto maestro indio. Se ofrecía en lecciones mensuales y llevaba incorporada una relación guru-discípulo ¡incluso estando muerto! le dediqué mucho tiempo y acabé absorto en la búsqueda de la iluminación; esta fue mi nueva obsesión.
Después de un par de años y de muchas técnicas espirituales, me harté y me volqué en un libro de un guru del oeste. Este libro decía que ya estaba "despierto" y que no necesitaba encontrar la liberación. La verdad de lo que decía el libro parecía obvio. Sin embargo, él, el guru. en los siguientes años y en los siguientes libros, se proclamó a sí mismo el maestro del mundo y ofrecía una relación de guru-discípulo a todos aquellos que estuvieran interesados.
Bien, esta vez no seguí nada de todo esto, aunque durante algo más de los siguientes cinco años leí unos cuantos libros más suyos, y también otros tantos libros espirituales a los que pudiera poner las manos encima. Nada me sorprendía la manera en que el libro del guru del oeste había hecho mella en mí. Una parte de mi sabía que era verdad de que yo ya estaba despierto y era libre, pero todavía estaba confundido porque parecía ser justo una persona normal con todo tipo de problemas que tiene la gente común. De todos modos, me empapé de las enseñanzas de este tío y de los temas más tradicionales, y después culminé el tema Advaita, leí todo de y sobre los grandes maestros del Advaita.
Mucha de la confusión que había sentido antes se disolvió, entendí que todo lo que hay es conciencia. Por lo tanto, ¿por qué sentía que era un "yo" separado? Si ya era libre y estaba "despierto", ¿por qué mi vida parecía un montón de mierda?
En el año 1997 leí el primer libro de Tony Parson. "El secreto abierto". Le contacté y me invitó a acompañarle a un coloquio en una casa de Londres. Pronto me quedaría claro el místico en el que me había convertido. Tony se presentó como un hombre sencillo y habló con humor y paciencia. Escuché lo que dijo en respuesta a las preguntas de la gente y quedé enamorado de la simplicidad de sus respuestas, fui a más coloquios durante el siguiente año y hablaba con Tony por teléfono cada vez que podía.
Quise convertir a Tony en mi maestro, pero me explicó que no tenía nada que enseñar y simplemente señaló que sólo existía la conciencia; lo que ya soy, aunque ya lo había entendido hasta cierto punto, ahora realmente empecé a hundirme realmente.
Tony señaló que no era necesario que hubiera ningún tipo de acontecimiento asociado al reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza. Bien, mientras esto ocurría, en Septiembre del año 1998 algo sucedió. Estaba cuidando del jardín, estaba lloviznando, alcé la vista y tuve una sutil sensación de "mi" como si no estuviera allí. Me monté en la bicicleta y pedaleé por los terrenos, parecía como si estuvieran proyectando una película sin que tuviera que esforzarme por formar parte de ella. Con este repentino "atisbo" del yo, toda la necesidad de entender disminuyó según se revelaba el conocimiento.
Incluso aunque Tony señaló que un acontecimiento no está necesariamente asociado con el reconocimiento de nuestra naturaleza como conciencia, yo obviamente había estado esperándolo, porque ahora que estaba ocurriendo, parecía como si se me diera "permiso" para "despertar". Sin darme cuenta había estado esperando una confirmación de mi verdadera naturaleza. Llamé a Tony y excitado le expliqué lo que me pasaba, y con esto el habla salió de "mi" más que del punto de vista del "yo". Tony reconoció que yo no estaba ya más relacionado con "él" como un personaje separado tratando de conseguir algo, por ejemplo desde el punto de vista del parecer y del entrenamiento.
Pasaba el tiempo y la fascinación por el "yo" empezó poco a poco a volver y a reclamar mi presencia en ello, el cuál era precisamente la ausencia del "yo" como "mi" iluminación, "mi" despertar. Había un punto en la sensación de una repentina liberación, una dicha que crecía en ausencia del "yo" siendo la iluminación que había estado esperando.
Me desperté al día siguiente, ¿estaba la iluminación todavía ahí? ¡Sí! Pero pasados unos días, noté que la sensación de liberación disminuía poco a poco, pero un par de días después volvía a llenarse otra vez. Pasados un par de semanas con ello yendo y viniendo y con el "yo" reapareciendo y tratando de mantenerse en su propia ausencia, fui a uno de los coloquios de Tony y estando allí parece que volvía a llenarme de dicha. Pero entonces, unos días después, otra vez desaparecía, y volvía otra vez a aparecer esa fascinación por el "yo". No le dije nada de eso a Tony y estuve un tiempo sin ir a las reuniones. Me sentía confundido.
Entonces leí el libro de una mujer que describía una ausencia del "yo" el cuál duraba muchos años. Después de un tiempo, algunos maestros le dijeron que era iluminación. Entonces ella enfermó y murió, y después de su libro, escrito por un amigo de ella, leí que en el momento cercano a su fin ella estuvo confusa y frustrada porque la experiencia había desaparecido y el "yo" había vuelto a ella.
De repente quedó claro que estas experiencias donde el "yo" desaparecía repentinamente pueden ser muy confusos, tanto como lo que se sabe de la conciencia. Así como una experiencia puede durar unos pocos segundos o diez años o más; pero si no es que el "yo" se vea como lo que es, como un simple pensamiento, entonces cuando vuelve este "yo", hay una sensación de pérdida, un sentimiento de reclusión, confinamiento por ser el personaje identificado, el deseo crece más que la iluminación, y ahí está la sensación de volver a la agitación y a la tensión del juego de la espera.
Ahora eso era visto como un gran juego de la vida. Sólo hay conocimiento, pero este, según parece, está cubierto por la fascinación por el pensamiento del "yo" y por todos los otros pensamientos que aparecen como "mi" historia. Nuestra verdadera naturaleza como seres conscientes son la conciencia y las apariciones. El "yo" es simplemente una parte del escenario y como aparecen los otros tipos de imágenes, y cuando es visto con profundidad, o cuando también es visto para qué es, entonces la espera y la tensión desparecen por sí mismas.
También estaba claro que la visión del "yo" no es necesariamente un suceso repentino, pero que puede aparecer gradualmente, como una parte del juego de la vida. Y más que en una ráfaga de dicha, la natural calma del ser se revela sutil y gradualmente.
La confusión apareció. No necesité más de ninguna experiencia ni de ningún repentino atisbo del "yo" para probar mi naturaleza como conciencia. Estaba claro que todo el tiempo de mi vida y de mi búsqueda espiritual aparecía como un juego en la conciencia y entendí la confusión sobre todo este tema de la espiritualidad y como la "unión" y la iluminación se confunden con la conciencia.
Este reconocimiento de mi verdadera naturaleza no tenía que ver con ningún tipo de suceso. Estaba claro que un suceso de cualquier tipo de estos, se confunde fácilmente si ocurre teniendo conciencia; es la visión entre el "yo" y la historia del pensamiento.
Obviamente, lo que me ocurrió en el jardín no era significante, como tampoco lo es ningún otro suceso. El que ocurriera este, sólo hizo crecer mi confusión, permitió que viera claro cómo había estado yo esperando a poder tener una visión de lo que soy. Esta conciencia no depende de la ausencia o presencia del "yo"; si el "yo" aparece hay que verlo simplemente como lo que es.
Para acabar este capítulo, durante los años de la búsqueda espiritual me divorcié, me casé y me volví a divorciar. Mis hijas sólo tuvieron uno de los padres durante su período escolar. Me afinqué en un pequeño pueblo de Kent con la salud delicada, y hasta hace poco he trabajado de jardinero. La vida es agradablemente tranquila y simple.

Clarity de Nathan Gill

sábado, 8 de mayo de 2010

Clarity, Nathan Gill 1ª parte


CONCIENCIA

Si todo lo que hay es conciencia, si sólo hay conciencia, entonces ¿por qué o para qué sigues buscando? Si sólo hay conciencia entonces debes de ser Eso y cualquier otra cosa que aparece en ella, de la misma manera que la conciencia debe de ser Eso, incluso cualquier sentido separado de sí mismo.
Cualquier aparición de lo mundano, existencia ordinaria, no puede ser menos consciente que cualquier aparición del amor incondicional, el todo, éxtasis, quietud, silencio o alguna otra cosa. ¿Es realmente necesario que se "trascienda" cualquier cosa que encontrarlo o que soltarlo?

Clarity, Nathan Gill

sábado, 1 de mayo de 2010

El mundo de Mu


He aquí una carta que recibí desde el Japón de un amigo norteamericano que es abad de un templo Zen.

Querido Richard:

Algo interesante ha ocurrido. La noche pasada recibí la visita de un hombre al que conocía superficialmente y que llamó mi atención sobre un rollo de caligrafía que yo sostenía y donde había escrito el carácter “Mu” (vacuidad). El hombre me preguntó:
-Toler-san, ¿has entrado alguna vez en el mundo de Mu?
-Sí, muchas veces –le respodí.
-¿Cómo puedes hacer tal cosa? ¿En qué momentos puedes hacerlo? –volvió a preguntar el hombre.
-Oh, en todo momento –fue mi respuesta.
-¿Pero cómo? –insistió.
De manera que lo guíe a través de l ejercicio ideado por Douglas Harding “señalando hacia Ninguna Cosa” y, cuando llegamos a la pregunta:
-¿Qué ves en el lugar a donde señala el dedo?
-Nada –fue su respuesta.
-Bien, eso es Mu, ¿no es cierto? –le dije entonces.
Se detuvo a pensar durante unos segundos y después rompió en carcajadas y se puso a batir palmas diciendo:
-¡He estado especulando durante años y tú me lo has mostrado en un minuto!
Entonces me dio las gracias profusamente.
Mis más sinceros saludos,
John.

Richard Lang

viernes, 2 de abril de 2010

El inicio del verdadero viaje espiritual


El inicio del viaje espiritual es lo que yo denomino “vida después del despertar”. En lugar de ser una vida vivida desde un ego separado, desde la ilusión o desde la personalidad del ego, se trata de una vida vivida desde la comprensión consciente de nuestra verdadera naturaleza, que es Conciencia. Y eso es, de hecho, una vida nueva. Es un comienzo. Es el final de la identificación con los pensamientos, con las sensaciones y con la personalidad del ego; no obstante, en contra e lo que mucha gente cree, eso no es la meta de la espiritualidad. En realidad es el inicio del verdadero viaje espiritual, el comienzo de una nueva forma de vida. Es el inicio de un descubrimiento constante de la vida, pues comprendes que tú eres espíritu en forma de ser humano.
La espiritualidad reside en esto: en despertar a quien eres, a lo que eres.

Adyashanti

domingo, 28 de marzo de 2010

En este preciso instante


A todos vosotros, los que buscáis el Camino,
por favor:
No desperdiciéis este preciso instante

Enseñanza Zen


-Has vuelto a mencionar el primer principio, pero aún no sé qué es -le dije a Suzuki.
-Yo tampoco. Es el primer principio -me contestó.

Shunryo Suzuki


A este instante, ¿le falta algo?
El Nirvana está aquí mismo, ahora, delante de tus ojos.
Este lugar es el Paraíso de Buda.
Este cuerpo, ahora, es el Buda.

Hakuin


Está justo delante de ti.
En este instante
se te está dando todo.

Yuanwu

domingo, 21 de marzo de 2010

¡Esos no son tus ojos!


Sahn: El universo siempre es un verdadero vacío, ¿entiendes? Ahora vives en un sueño. ¡Despierta! Y pronto comprenderás.
Estudiante: ¿Cómo puedo despertar?
Sahn; ¡Te golpeo! (Risas entre el público) Es muy fácil, ¿lo ves?
El estudiante permaneció en silencio unos instantes, mientras Dae Soen Sa Nim lo observaba atentamente.
Estudiante: Aún no lo comprendo. ¿Haría el favor de explicármelo un poco más?
Sahn: Vale. ¿Puedes ver tus ojos?
EStudiante: Sí, puedo.
Sahn: Ah, ¿sí? ¿Cómo?
Estudiante: Mirando en un espejo.
Sahn: ¡Esos no son tus ojos! Es sólo un reflejo de tus ojos. Así pues, tus ojos no pueden ver tus ojos. Si intentas ver tus ojos, cometes un gran error. Hablar de la iluminación es como esto. Es como si tus ojos trataran de verse a sí mismos.

Maestro Zen Seung Sanh

viernes, 19 de marzo de 2010

Tu centro de Conciencia






















Ahora estás en tu centro de Conciencia. Estás detrás de todo, simplemente observando. Este es tu verdadero Hogar. Aunque retires todo lo demás, sigues estando allí, consciente de que todo se ha ido. Pero si retiras el centro de Conciencia no queda nada. Ese centro es el asiento del Ser. Desde ese lugar eres consciente de que hay pensamientos, emociones y un mundo que entra a través de tus sentidos. Pero ahora eres consciente de que eres consciente. Este es el asiento del Sí mismo budista, del Atman hindú y del Alma judeocristiana. El gran misterio comienza cuando te sientas en ese asiento, en lo profundo de Ti.

Michael Singer

domingo, 14 de marzo de 2010

El chiste cósmico


















Interlocutor: Cuando vuelva a los Estados Unidos mis padres me recogerán en el aeropuerto, y estaba pensando en cómo describir esta semana (riéndose); y entonces he pensado que les voy a decir: "Bueno, fui a Inglaterra para aprender algo de un hombre que dice que no está allí, que no tiene nada que enseñar y que yo tampoco estuve allí. Todo carece de sentido, y no hay esperanza, y he pagado un buen dinero por ello, y estoy pensando que voy a volver en noviembre del próximo año." (Risas) Creo que esto necesita un poco de elaboración, ¿sabes?...
Tony Parsons: Sí, eso creo; podrían llevarte directamente a una institución.

Tony Parsons

domingo, 7 de marzo de 2010

En la Comprensión no hay chófer


En el sueño hay identificación "como" organismo cuerpo/mente. Casi todos los personajes soñados piensan que son ese cuerpo/mente particular, con su propio yo separado y su propia consciencia separada. Esta es la usurpación del rol de sujeto: la identificación "como". Cuando ocurre la Comprensión desaparece la identificación "como" organismo cuerpo/mente, y lo que perdura es una identificación "con" tal instrumento. Sabes que este cuerpo/mente no es quien eres, sino que es solamente un objeto en la conciencia que da lugar al "yo". Pero el organismo cuerpo/mente prosigue funcionando y se produce un experimentar la vida a través de los ojos de ese organismo cuerpo/mente. En esto consiste la identificación "con".
Los instructores del advaita emplean a veces la imagen de un chófer. Debido a que el chófer tiene acceso a un lindo coche y a que puede conducirlo a cualquier lugar, puede llamarse a engaño y creer que el coche es suyo (arrogándose así la subjetividad). Con la Comprensión no hay chófer, sino solo un propietario/conductor que es muy consciente de la diferencia de funciones que hay entre poseer un coche y manejarlo.

David Carse

domingo, 28 de febrero de 2010

Verdadera meditación



















Tu conciencia de ser es independiente de los objetos internos y externos de los que eres consciente.
Si realmente quieres entender la diferencia, debes empezar por darte cuenta de que la conciencia puede enfocarse en cualquier cosa. En tal caso, ¿qué pasaría si la conciencia se enfocara en sí misma? Cuando esto ocurre, en lugar de ser consciente de tus pensamientos, eres consciente de ser consciente de tus pensamientos. Has re-dirigido la luz de la conciencia sobre sí misma. Siempre estás contemplando algo, pero esta vez estás contemplando la fuente de la conciencia. Esto es verdadera meditación.
La verdadera meditación va más allá de la simple concentración en un punto. Para llegar a la meditación más profunda no sólo debes tener la habilidad de enfocar completamente tu conciencia en un objeto, también debes tener la habilidad de hacer que dicho objeto sea la conciencia misma. En el estado más elevado, el enfoque de la conciencia se dirige sobre el Sí mismo.

Michael A. Singer

Buenas compañías espirituales


A veces puede parecer que seguimos interpretando viejos papeles y reaccionando como lo haría el antiguo yo. Incluso puede parecer que nos hemos perdido en el ego una vez más, pero en realidad nunca podremos volver a perdernos. Sólo necesitamos ver de dónde procede esa reacción y no aferrarnos a ella. Si tienes amigos que están experimentando el mismo despertar que tú, es sumamente beneficioso que os ayudéis mutuamente recordando qué es lo real. Una buena compañía espiritual es maravillosa y ayuda mucho.
El despertar a lo que somos más allá del ego es también una aceleración en la evolución de la especie humana. El pasado, en forma de ego, nos está reteniendo.

Merlvyn Wartella

domingo, 14 de febrero de 2010

La Consciencia no es una cosa


En el fondo, ¿no es todo la Consciencia queriendo experimentar la dualidad?

Ésa es una forma de hablar sobre la Consciencia que la hace más amistosa y humana para que puedas creerte que sabes lo que es. Dices: "Bueno, la razón por lo que esto está pasando es porque la Consciencia es como una persona adulta. Está haciendo todas estas cosas creativas por una razón muy humana: porque quiere experimentar algo o porque es interesante, o porque es divertido", o por cualquier otra razón que tuviese sentido desde la perspectiva humana. Entonces todo está bien atado. Pero la Consciencia a la que apuntamos no es un objeto, y mucho menos una persona. No es una cosa literal. No es un enorme objeto, poderoso y con autoría que se llama Consciencia. Hablamos sobre ella de esa manera. Nuestro lenguaje sugiere esa imagen, pero tenemos que quitarle constantemente las piernas a esa imagen y repetirnos una y otra vez que esta Consciencia no es una cosa.

Wayne Liquorman

miércoles, 10 de febrero de 2010

El centro inmóvil


En sus talleres, el filósofo y maestro espiritual Douglas Harding invita a los participantes a poner en práctica algunos ejercícios -o experimentos, como él los denomina- relacionados con la conciencia. El objetivo de esos ejercícios o experimentos es hacernos despertar a lo que realmente somos y, en algunos de ellos, también interviene el movimiento. Para comenzar, ¿qué podemos ver cuando permanecemos de pie señalando a nuestra cara? Por supuesto, nada, sino al Vacío (que, simultáneamente, está lleno de todo). Entonces, comenzamos a dar vueltas en el mismo lugar. ¿Qué se mueve en ese caso? Se mueven las imágenes que están más allá del dedo pero, a este lado del dedo, nada se mueve. Dicho de otro modo, mientras nosotros estamos quietos, es el mundo el que se mueve. ¿Nos parece demasiado simplista, infantil e ingenuo? Sí, es posible, pero también es real y profundo.

Richard Lang

domingo, 7 de febrero de 2010

Dios en todas las cosas


Existe una poderosa quietud de la que brotan todas las cosas. Es una quietud que está más allá de las palabras. Sin embargo, a lo largo del tiempo, las personas han intentado nombrar lo innombrable. A esta quietud la han llamado Dios, Tao, la Mente búdica, pero la quietud no es nada de todo eso. Desde siempre, las palabras no son más que meras indicaciones que apuntan a aquello de lo que es imposible hablar.


En vano buscas a Dios porque Lo tienes delante de ti, dentro de y siendo las cosas de este mundo. Alarga tu mano: ahí está la mano de Dios. Mira tus piernas: son las piernas de la divinidad. Ese pájaro que se acaba de posar en esa rama, ¿de verdad crees que eso no es una manifestación de Dios?

Jeff Foster

viernes, 5 de febrero de 2010

Deshaciendo


Cuando era niño
me gustaba sentarme y escuchar
lo que estuviera ocurriendo en ese momento:
camiones que se llevaban la basura,
carpinteros que trabajaban en las casas
y el eco de los martillos sobre los clavos.
La sonora resonancia de la lluvia.
Mira. Un rayo de sol entra por la ventana
y baila sobre la alfombra.
Ah... qué felicidad.

Todd Haydon

domingo, 31 de enero de 2010

Momentos que van más allá


Todo lleva al despertar.
Incluso aquello que tu mente puede considerar dañino te recuerda otra posibilidad.
Simplemente renuncia a tu apego y fascinación con la historia de tu vida personal y deja que ocurra la vida.
Algo inmensamente significativo tomará el lugar de tus preocupaciones, y te invadirá una profunda sensación de asombro.
Cada cosa reflejará una cualidad benévola.
Así es la vida de manera natural.

Tony Parsons

sábado, 30 de enero de 2010

Seamos prácticos


Deja de ignorar este punto tan terriblemente descuidado, este punto central de nuestra vida, que, al inspeccionarlo, explota instantáneamente, como el universo, y todo devendrá en Claridad.

Douglas Harding

miércoles, 27 de enero de 2010

Palabras del Buda


Los acontecimientos suceden, los actos se realizan, pero no hay ningún hacedor individual.

Buda

domingo, 24 de enero de 2010

El estado original


Si el ego insiste en creer en su libre albedrío y en su autoría personal, eso indica, claramente, que no puede aceptar que no es nada, con el resultado de que continúa sometido al pesar, al antagonismo y a la inseguridad. Lo que la aceptación total de la ausencia de autoría personal consigue, es eliminar los diversos lastres que precisamente ese sentimiento de autoría personal nos hace acumular. Sin esa responsabilidad personal, que carga el peso de la culpa y la vergüenza sobre uno mismo, y la del odio y el rencor sobre los "otros", el ego alcanza su estado original. La experiencia de la nada proporciona paz y sabiduría.

Ramesh Balsekar

miércoles, 20 de enero de 2010

Libres de creencias


Pasarán los pensamientos según las creencias que hayamos ido alimentando: lo que hayamos oído, lo que haya pasado a nuestra zona consciente, lo que surja en la zona inconsciente que teníamos en reserva, a partir de situaciones no comprendidas. Todo lo que vivimos desde el pensamiento, desde la opinión, desde la creencia y no desde la verdad, estará acumulado en espera de ser comprendido. Y a eso se llama inconsciente. El inconsciente se alimenta de aquello que no se ha visto bien. Lo primero que he de hacer, por tanto, es encontrar una vía para comprenderlo. No bastará con dedicarme a hacer trabajos con el inconsciente, porque de esa forma lo único que haría es acumular más y más cosas no comprendidas. Toda técnica que aplique para cambiar cosas desde dentro del psiquismo desde el nivel pensado, va llenando más el cuarto trastero del inconsciente, porque inmovilizamos las cosas sin comprenderlas y siempre queda un residuo.
Solamente hay una manera de mantener nuestra mente en libertad, sin dependencias del inconsciente. Encontrémosla.
No existe ningún enemigo oculto; todas las cosas están siempre presentes porque la vida nos las está colocando delante. Todo lo que no he comprendido es mi enemigo. Y al plantearlo así vemos que no hay nada que tengamos que hacer ante ese enemigo más que comprender. Pero ¿comprender desde dónde?, ¿comprendemos con toda la carga del pasado, planeando un método para hacer algo? Así seguiría en el mismo sueño, acumulando conflictos y contradicciones en mi vida. De hecho, lo que considero que soy yo, lo que llamo "yo mismo", que es ese conjunto de pensamientos según las experiencias del pasado, eso no puede nunca comprender porque lo que toca lo manipula y se convierte en emociones. Este yo personal no puede comprender porque siempre lo que ve es lo que me conviene o lo que no me conviene, lo que pensarán los demás, lo que producirá buena imagen, lo que está bien para lo que me propongo, lo que tengo que hacer para que los demás me sigan, para resultar cariñoso y que me quieran. Desde ese lugar, desde ese yo que es un cúmulo de pensamientos nunca podré comprender.

Consuelo Martín

martes, 19 de enero de 2010

El poder del momento presente


La relación más importante de tu vida, la primordial, es tu relación con el Ahora o, más bien, con la forma que adopte a Ahora, es decir, lo que es o lo que ocurre. Si tu relación con el Ahora es disfuncional, esa disfunción se reflejará en toda relación y toda situación que encuentres. El ego podría definir simplemente de este modo: una relación disfuncional con el momento presente. Es en este momento cuando puedes decidir qué tipo de relación quieres tener con el momento presente.
“¿Quiero que el momento presente sea mi amigo o mi enemigo?” El momento presente es inseparable de la vida, de modo que en realidad estás decidiendo qué tipo de relación quieres tener con la vida. Una vez que has decidido que quieres que el momento presente sea tu amigo, te toca a ti hacer el primer movimiento: mostrarte amistoso con él, darle la bienvenida sea cual sea el aspecto con el que venga, y pronto notarás los resultados. La vida será amistosa contigo, la gente te ayudará, las circunstancias serán cooperativas. Una sola decisión cambia toda tu realidad. Pero esa decisión tienes que tomarla una y otra vez, hasta que te resulte natural vivir de esa manera.

Eckhart Tolle

domingo, 17 de enero de 2010

La llave de la Liberación


Si estás buscando la llave de la Liberación, tengo buenas y malas nuevas que darte.
Las malas nuevas son que no hay llave para la Liberación. La buena nueva es que han dejado la puerta abierta.

Jan Kersschot